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5 formas de optimizar el uso de dispositivos sin afectar tu salud

by Caridad Toledano

En la era digital en la que vivimos, los dispositivos electrónicos se han convertido en una extensión más de nuestro día a día. Desde el teléfono y la tablet hasta la computadora y la consola de juegos, estos gadgets nos brindan un sinfín de ventajas: nos permiten comunicarnos, divertirnos, trabajar y aprender en cualquier momento y lugar. Pero, ojo, todo en exceso puede pasar factura a nuestra salud física y mental. La fatiga visual, los dolores de espalda, los problemas para dormir y el estrés digital son algunos de los efectos que pueden surgir si no usamos de manera inteligente y responsable nuestros dispositivos.

La buena noticia es que podemos seguir disfrutando de la tecnología sin que ello perjudique nuestro bienestar, siempre y cuando implementemos algunas estrategias sencillas. La clave está en aprender a usar la tecnología con cabeza y a adoptar hábitos que protejan nuestro cuerpo y mente mientras seguimos aprovechando sus beneficios. A continuación, te compartimos cinco formas fáciles de optimizar el uso de tus dispositivos para cuidar de ti mismo sin dejar de ser un usuario digital responsable y consciente.


1. Ajusta la configuración de tus pantallas para cuidar tus ojos

Uno de los principales problemas derivados del uso excesivo de dispositivos es la fatiga visual. Mirar pantallas por muchas horas, especialmente en entornos con poca iluminación, puede provocar sequedad ocular, visión borrosa, irritación y molestias generales en los ojos.

Para evitarlo, empieza por ajustar el brillo y el contraste de tus pantallas. La regla general es que la pantalla no sea ni muy brillante ni muy tenue en comparación con la luz ambiente. Usa la opción de modo nocturno o modo lectura, que reduce la luz azul, conocida por afectar la calidad del sueño y contribuir a la fatiga ocular.

Otra recomendación clave es activar la función de filtros de luz azul, disponibles en la mayoría de los dispositivos, para minimizar la exposición durante largos periodos. Además, procura mantener una distancia adecuada: unos 50 a 70 centímetros entre tus ojos y la pantalla, y ajusta la altura de tu monitor para que quede al nivel de los ojos, evitando que tengas que inclinar o forzar el cuello.

No olvides la regla del 20-20-20: cada 20 minutos, mira algo a unos 20 pies (6 metros) de distancia durante al menos 20 segundos. Esto ayuda a relajar los músculos oculares y a reducir la fatiga.


2. Establece límites de uso y horarios de desconexión

Es muy fácil perder la noción del tiempo frente a la pantalla. Ya sea navegando en redes sociales, viendo series o trabajando, sin darte cuenta pasas varias horas seguidas con los ojos y el cuerpo en la misma postura. Esto puede derivar en problemas posturales y en un agotamiento mental.

Una forma efectiva de evitarlo es establecer límites claros: define cuánto tiempo quieres dedicar diariamente a cada actividad digital. Usa alarmas o aplicaciones que te ayuden a controlar el tiempo, y respeta esos límites para evitar el exceso.

Además, es fundamental incorporar momentos de desconexión, especialmente antes de dormir. La exposición a pantallas en las horas previas al descanso puede alterar tu ciclo de sueño, debido a la luz azul que inhibe la producción de melatonina. Trata de apagar los dispositivos al menos una hora antes de acostarte, y opta por actividades relajantes en papel o con dispositivos en modo nocturno.


3. Practica pausas activas y ejercicios de relajación

No solo la vista y los ojos sufren con el uso prolongado de dispositivos, también la postura y la tensión muscular. Mantener una postura incorrecta puede generar dolores de cuello, hombros, espalda y muñecas a largo plazo.

Para evitarlo, incorpora pausas activas en tu rutina diaria. Cada 30-45 minutos, levántate, estira los brazos y las piernas, haz movimientos suaves y desconecta un momento de la pantalla. Realiza ejercicios sencillos como girar el cuello suavemente, estirar el pecho o hacer flexiones de muñeca.

Asimismo, practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda o el mindfulness, durante el uso de tus dispositivos, puede ayudarte a reducir el estrés digital y a mantener tu mente en calma. Aprovecha esos momentos para hacer ejercicios de relajación ocular, cerrando los ojos unos segundos, masajeando suavemente el contorno de los ojos o practicando la técnica palmeo para aliviar la tensión.


4. Crea un entorno ergonómico y cómodo

La postura correcta mientras usas tus dispositivos marca la diferencia en tu salud. Por eso, invierte en un espacio cómodo y ergonómico que te ayude a mantener la alineación adecuada del cuerpo.

Asegúrate de tener una silla con buen soporte lumbar y ajusta la altura de la mesa para que tus pies estén planos en el suelo y tus rodillas formen un ángulo de 90 grados. La pantalla debe estar al nivel de los ojos, para evitar inclinaciones y forzar el cuello.

También, coloca tu teclado y ratón en una posición que no te obligue a mantener los hombros elevados o los brazos en tensión. Si trabajas en una computadora, usa un soporte para laptop o monitor, y realiza ajustes periódicos para evitar posturas incómodas.

No olvides mantener un ambiente bien ventilado, con iluminación natural o regular, y minimizar los reflejos en la pantalla para reducir el esfuerzo visual.


5. Incorpora hábitos saludables en tu rutina digital

Por último, convertir en rutina estos pequeños cambios y adoptar hábitos saludables te ayudará a proteger tu salud sin renunciar a la tecnología. Dedica unos minutos al día a hacer ejercicio físico, más allá de las pausas activas, para fortalecer tu cuerpo y reducir la tensión acumulada.

Practica ejercicios de relajación ocular y técnicas de respiración para disminuir el estrés. También, establece horarios específicos para desconectarte, y usa alarmas o recordatorios para mantener el equilibrio entre el uso digital y el descanso.

Por encima de todo, escucha a tu cuerpo: si sientes molestias, dolor o fatiga, date un descanso y ajusta tus hábitos. La clave está en la moderación, la constancia y en cuidar tu bienestar mientras disfrutas de los beneficios de la tecnología.


Si pones en práctica estos cinco consejos, podrás aprovechar tus dispositivos electrónicos al máximo sin que ello afecte tu salud. Tu vista, postura y descanso te lo agradecerán, y mejorarán tu calidad de vida en esta era digital. ¡Cuida de ti mientras disfrutas de la tecnología!

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